Hay un momento en la vida de un ser humano, donde te consideras listo,
fuerte, poderoso.
Cuando crees que todo lo lograrás.
Cuando piensas que toda misión que te propongas la vas a conseguir.
¿Os acordáis del cuento de la lechera?
Aquella muchachita joven, bella, fuerte, divertida, soñadora, llevaba
un cántaro lleno de leche para vender, mientras recorría el largo camino
iba pensando cuán rica era por poseer este manjar, el cual vendería y con
el dinero obtenido compraría algo que vendería de nuevo y obtendría el
doble de ganancias, ese dinero lo volvería a invertir y ganaría más, y más.
y al final sería muy rica.
Cuando más ilusionada estaba tropezó y el cántaro se le cayó al suelo la
leche se desparramó y perdió todo lo que tenía.
Entre los sueños y la realidad vivimos todos, porque esta es la ley de la
vida y todo el que crea lo contrario está equivocado.
Cuando ya no eres tan joven, ni tan guapo, ni tan fuerte, ni tan poderoso,
empiezas a ver con claridad el abismo que hay entre los sueños y la realidad.
Pero yo querido amigo/a me gustaría seguir soñando...
Como dijo el poeta "porque la vida es sueño y los sueños sueños son"
Un beso
MarisaCano
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