cualquiera que sea,
es hijo de su conocimiento.
Y es más ferviente aún el amor
por el conocimiento integro
de todas las partes que, reunidas juntas,
forman la totalidad de la cosa que ha de ser amada.
Si no conoces a Dios no sabrás amarle.
Si le amas por el bien que esperas de él
y no por su soberana virtud, estás imitando
al perro que mueve el rabo y hace arrumacos
saltando al que le va a dar un hueso.
Si conociera el animal la superioridad del hombre,
lo amaría mucho mejor.
¿Cuál es la cosa indefinible, que dejaría de serlo,
si se pudiese formular?
¡ EL INFINITO, QUE SERÍA FINITO, DE PODER SER DEFINIDO!
(Leonardo da Vinci).
Para leer despacio y meditar.
Feliz domingo MUNDO!!!
MarisaCanoJoyass C/ Platería, 22 Murcia SPAIN.
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