Santiago de la Rivera, 1960.
Es Octubre, que lejos queda el verano............
Cuanto lo echo de menos. Tardes largas, días interminables, calor... muchísimo calor.....
En verano todo se aparca, se queda ahí para retomarlo después, por primera vez durante todo el año, con una responsabilidad infinita, en verano eres irresponsable. Te da todo un poco igual y quieres vivir.
Esas noches fantásticas junto al mar, la belleza infinita de una noche de verano con la luna reflejándose en el mar. El amanecer cuando el sol se empieza a colar por las ventanas y los pájaros empiezan a cantar.
¡Verano, dulce verano! Te has ido sin hacer ruido, nos has dejado recuerdos familiares, reuniones de amigos, el rumor de las olas, los baños del mar, la brisa, el sabor a sal, a yodo.
Este año he sentido tu ausencia de una forma distinta, te añoro querido verano, necesito tu alegría, tu luz, tu ruido, ese desorden en que nos envuelves, lo necesito para poder vivir........................
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